Existe un término «Los terribles dos años». Sin embargo hablando con una mamá a la cual me gusta mucho escucharla, trabajaba en educación de niños autistas, comentaba que en vez de «Los terribles 2 años» deberíamos decir «Los maravillosos 2 años».

«Los maravillosos 2 años» es la etapa en donde nuestros niños dejan de ser unos bebés y quieren tener independencia en tomar sus decisiones y expresar sus emociones.
En esta etapa, nuestros niños pueden llegar a la frustración porque los papás no entienden lo que ellos quieren expresar, ya que no pueden decir todo en palabras, por lo tanto es muy fácil que nuestros niños caigan en «lloriqueos», «rabietas» y/o «pataletas». Lo cual a veces los papás o familiares no entienden y dicen que los niños son unos llorones y/o malcriados. Sin embargo, al contrario de eso, las mamás y papás estamos para entenderlos y saber actuar de la mejor manera posible para que esto no se convierta en un «hábito». Jalonearlos, levantarlos del suelo a la fuerza y demás ejemplos no ayuda.
Mi nena ha tenido intentos de pataleta, pero no una pataleta propiamente dicha aún, pero yo lo que he hecho es distraerla contándole los planes que tenemos para más tarde y eso me ha funcionado.
Una cosa que tenemos que tener en cuenta también es que los niños son más propensos a tener estas reacciones de «Los maravillosos 2 años» cuando están cansados, alguna vez mi nena no toma siesta porque no puede, y salimos con sus amiguitos así se distrae, pero claro que está más susceptible y de pronto llora por ejemplo porque se me cayó 2 gotas de agua sobre su Elsa o Ana jajaja. Obviamente Elsa o Ana no son unos simples juguetes para ella, así que yo tengo que respetar el afecto que mi nena tiene hacia estos juguetitos, e inmediatamente secarlas, darles besito para que no esten tristes, etc y le explico a mi nena que ya están felices y que les dé un beso también y ya se le pasa las ganas de llorar.
Otro ejemplo sería cuando mi nena llora, y yo no entiendo porque, me ha pasado un par de veces, y yo le digo «mi amor explicame please» y ella enfadada (por la frustración de no poder explicarme claro) sigue llorando. Entonces le digo que si necesita un abrazo, si me dice que no, no me acerco, porque si no lloraría mas, al ratito le pregunto otra vez, y si me dice que si necesita un abrazo, le doy un gran abrazo y ella se va calmando poco a poco.

Definitivamente hasta ahora no he tenido serios problemas con «Los maravillosos 2 años» y/o creo que he sabido lidear con ellos. Les cuento esto, porque son ejemplos de lo que me pasó y cómo actué y que tengo que decir que ya no me pasa, creo que mi nena y yo nos comprendemos muy bien y espero que sigamos así.
De todas maneras estoy preparada para una real pataleta, lo más importante es mantener la calma y tener mucha paciencia. Y si ya el niño hace la pataleta, debemos darle su tiempo, es decir, dejarle que se desahogue, siempre cuidando un poco lo que haya a su alrededor para que no se vaya a golpear, y luego acercarnos para darle cariño, que el niño con amor entiende más que con gritos.
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